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Amador: Ese loco bajito

amador

Esta es la historia de Amador, un cachorro de unos pocos meses en un estado de salud lamentable. Otra vez la indiferencia de la gente, y la naturalización de que perros como él formen parte del paisaje, habla de la falta de educación y empatía con la que se maneja la sociedad.
Por suerte algunas personas se comprometen y hacen lo posible como para que tengan una vida más digna.
Los invito a conocer la historia de este petiso y su enorme mejoría.


A Amador lo conocí a través de una publicación por Twitter. Adriana fue la señora que lo publicó y que le acercaba comida y agua todos los días.

Deambulaba por la estación de Merlo Gómez, en la Provincia de Buenos Aires. Cientos de personas subían y bajaban del tren cada día y nadie era capaz de ayudarlo.

Solo unos pocos como Adriana y el señor que trabajaba en la garita de vigilancia, le daban una mano, pero no alcanzaba. Si no se hacía algo pronto, ya sea por el tren o por alguna enfermedad, no iba a sobrevivir.

  • Amador
  • en la veterinaria
  • Amador muy mal
  • Amador y Lucho
  • en la veterinaria
  • en la veterinaria

Una tarde me comuniqué con Adriana y le pedí que se quede con él un rato, ya que iba a enviar un coche a buscarlo para que me lo traiga y poder hacerme cargo.

A las pocas horas me traen a Amador y su estado era mucho peor de lo que imaginaba. Esa misma noche lo llevé a la veterinaria donde la espera fue eterna. Cuando nos atendieron le aplicaron varias inyecciones, le hicieron algunos estudios y finalmente, como era de esperarse, quedó internado.

Su caso conmovió a mucha gente, tanto que Nuria no solo se ofreció a ayudar en lo que necesite, sino que también ofreció su casa para que continúe su recuperación.

Después de algunos días internado, lo externamos y Amador pasó las siguientes 2 semanas en lo de Nuria y sus 3 perros. Con ellos no paraba de jugar, se volvían locos entre todos. Mucha hiperactividad y largas siestas primaban en aquellos días. Creo que la mejor medicina que tuvo Amador fueron esos perros y todas las horas de compañía, amor y juegos que le brindaron.

  • Amador
  • Con su primo
  • Con su primo 2
  • Amador
  • Amador

El negrito se estaba recuperando muy bien y ya comenzaba a mostrar su personalidad mimosa y juguetona. Lo peor ya había pasado. Ahora había que conseguirle una familia.

No costó mucho conseguirle familia, se barajaron 2 o 3 posibilidades y al final nos decidimos por la casa donde iba a tener un hermano y no ser hijo único. Amador fue adoptado y junto a su hermano Boris hicieron un equipo hermoso.

A los pocos meses de ser adoptado, las vueltas de la vida hicieron que durante casi 1 año haya convido con Amador, conociéndolo aún más. Fueron tiempos difíciles en lo personal (algo de lo que conté en las historias de Lucas y Mierdita), donde tanto él con su hermano Boris, junto a Lucas y Mierdita, hicieron de mis días un poco más llevaderos.

  • Amador y Boris
  • Amador y Boris
  • Amador
  • Amador y Boris

Se armó una linda manada donde me hacían reír aún en tiempos tan duros. Y también renegar, digamos todo😂. Pasaron los meses y ellos la pasaban genial. Tenían su rutina, me despertaban (cuando no me levantaba a la hora de siempre) y ya tenían la hora exacta de cada comida. Me acompañaban también a buscar y cortar leña para mantenernos calientes por la noche y dormíamos todos en la misma habitación, donde Amador ocupaba toda mi (su) cama.

Por supuesto que su recuperación fue completa y con el tiempo fue ganando el peso que le faltaba. El día de nuestra despedida me tomé un momento a solas con él para decirle muchas cosas y agradecerle desde lo más profundo de mi corazón. Su respuesta fueron unos besos torpes que rara vez solía dar.

Hoy, ya a la distancia y separados, recuerdo todos aquellos momentos que pasamos juntos haciéndonos compañía con aquellos cuatro perros en la inmensidad del campo. Espero que, esté donde esté, tenga siempre paz y amor.

Amador es otro de los casos donde el destino hizo de las suyas y nos juntó en el momento indicado para darnos una mano y acompañarnos cuando más nos necesitábamos.

Hablo mucho del destino en este blog y de cómo las cosas se dan como se tienen que dar. Después lo que haga uno con eso ya no es cosa del destino, sino de nuestras propias decisiones.

Cuando te encuentras con un perro en su estado, ves su evolución y cómo la vida prevalece, se te llena el alma de alegría.

Por siempre agradecido con vos, negrito lindo. Yo no miré para otro lado y vos te encargaste de retribuírmelo con amor.

  • Amador
  • Amador

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