💚Dedicada a la memoria de Chuca💚
Esta es la historia de Mili, una perra abandonada que desde el primer momento fue especial. Tal vez por lo impactante de su estado, por el amor que nos tuvimos, por la devolución de la gente, o simplemente porque estaba llamada a ser un ejemplo visible de todo lo malo y todo lo bueno que la gente puede hacer con sus actos.
Esta historia muestra cómo el amor puede devolverle la vida a una perrita que parecía que no tenía retorno y había quedado olvidada.
¿Su nombre? Elegido de acuerdo a su historia. Los invito a conocerla.
Nos remontamos a fines de 2018, cuando una amiga me comenta que un amigo suyo, Martín, había visto unos perritos abandonados en una caja al costado de la Gral Paz, altura Lomas de Zamora, muy cerca de un arroyo.
En ese momento me comuniqué con él y me puso al tanto de lo sucedido. Hablamos sobre los cachorros, la zona y la fuerte tormenta que había habido la noche anterior, lo cual nos preocupaba mucho que no hayan podido aguantarla. Por eso le pedí que vaya a buscarlos, ya que conocía la ubicación y me los traiga para poder empezar a darle la atención necesaria.
Cuando Martín fue a buscarlos quedaban solo dos perritos: un macho, que fue adoptado a las pocas horas; y una hembra, Mili, que se encontraba en pésimo estado. El resto de los cachorros, según un vecino de la zona, fueron adoptados por dos familias que habían ido a buscarlos.
Cuando conocí a Mili por primera vez, no podía creerlo. Sus párpados hinchados como dos pelotas, sus ojos blancos, desnutrida y su piel muy lastimada. Recuerdo que se quedaba tirada todo el tiempo y le costaba mantenerse en pie cuando quería tomar agua o comer.
Esta perra -pensaba mientras la miraba- abandonada tan chiquita tuvo que pelearla mucho para aguantar ahí afuera sola. Soportó tormentas, frio hambre, abandono, indiferencia…
Rápidamente la llevé al veterinario y comenzamos el tratamiento.
Mili transitó toda su recuperación en familia. Se volvió parte nuestra y se venía a todos lados con nosotros. Aprendió a jugar, a robar, a pedir…de a poco mis perros, Hiena y Ramón, la iban (mal) educando.
La historia de Mili se volvió tan viral en las redes que Infobae, el medio digital más importante de Argentina, se hizo eco de ello y decidió publicar dos notas sobre ella.
Muchísimas personas me contactaban para adoptarla, para preguntar por ella y su salud, y para pedirme que tenga cuidado a la hora de elegirle una familia.
Pero todavía faltaba, Mili necesitaba recuperarse bien antes de poder elegir su destino. Y a juzgar por el amor que nos teníamos, parecía difícil que la diésemos.
Mili mejoró mucho e incluso le tocó irse de vacaciones con nosotros a festejar navidad en familia en un complejo con cabañas que alquilamos. Allá andaba suelta todo el día, seguía a todos los perros, jugaba y enamoró a cada uno que la conoció. Tan chiquita, mimosa e independiente. Pero cuando llegaba la hora de dormir se volvía dependiente y pedía por subir a la cama. Tonta nunca.
Una vez que volvimos del viaje, y con ella en buen estado de salud, llegó la hora de decidir si buscarle una familia u oficializar su adopción.
Creo que las cosas en la vida se dan por algo, y todo tiene una profunda razón de ser. Por algún motivo sentía que Mili tenía que seguir su camino, a pesar de que el corazón quería que se quede. Sabía que íbamos a estar siempre conectados, pero nuestro destino no era transitar este camino juntos.
Siempre digo que si Mili se hubiese quedado con nosotros, Lucas no hubiese llegado y desenvuelto el papel que terminó teniendo en mi vida.
A Mili la adoptó una familia hermosa a la cual, a diferencia de lo que muchos suponen, no me costó nada elegir. De hecho, los esperé 10 días a que vuelvan de su viaje en Córdoba, a pesar de que tenía tantos interesados por ella.
Hoy Mili es feliz, tiene 3 hermanos gatunos y un padre y una madre geniales.
Gracias a cada persona que colaboró para que esta historia tenga un final feliz: Tati, Martín, Flor, Nico, Nadia, Fernanda y absolutamente todas las personas que se preocuparon por ella y ayudaron a su manera.
Tengamos en cuenta que Mili no fue la única perra abandonada. Está lleno de Milis, de Nohas, de Avenas y de millones de perros y gatos abandonados esperando su oportunidad para dejar de ser invisibles y poder tener la vida digna que todo animal merece.
Depende de nosotros poder dar visibilidad, concientizar y dar nuestro aporte a intentar hacer de este mundo un lugar mejor, tanto para ellos como para nosotros.
Aquí les dejo las dos historias que se publicaron en Infobae sobre Mili:
– Una esperanza en Navidad: la historia de la perra abandonada que espera que la adopten
–Encontró familia Milagros, la perrita que sobrevivió a un fuerte temporal y buscaba un hogar
Es impresionante lo que haces!! Un rescatador de perros!!! Ja…no la tenia esa,realmente es admirable y tremendamente satisfactorio hacer lo que haces!!! Ojala pronto se conozcan tus hermosas historias perrunas!! Bien merecido lo tenes!! Y lo mas sorprendente ? ES QUE ESTAN BASADAS EN LA VIDA REAL!! 👏👏👏