Aquí van a conocer a Noha, un perro callejero cuya historia de superación emociona, enoja, sorprende, y nos invita a reflexionar. Una clara muestra de que el amor sana y da brillo a cualquier oscuridad. Los invito a leer esta hermosa historia donde darse por vencido nunca fue una opción.
Noha fue el primer caso extremo que me tocó de cerca. Su historia es una más del millón que se ven cada día en las calles. Una historia de abandono, indiferencia, y de total falta de empatía por la sociedad que lo rodeaba.
Recuerdo haber visto una publicación con la foto de un perro destruido. Se me partió el corazón, como tantas otras veces en las que maldecía por no poder hacer nada más que compartir el caso y ver si alguien de la zona podía ayudar.
Fue una noche de domingo cuando decidí ir a Quilmes a buscarlo. Con algunas personas más que se sumaron, fuimos a la dirección donde supuestamente se encontraba. Un vecino nos dijo que lo vio meterse en un basurero, que estaba doblando la esquina. A mi me tocó esperar afuera, en el auto, porque la zona no era muy segura y ante cualquier eventualidad había que irse rápido.
Por suerte dimos con él (entre tantos otros en estado similar que había), lo subimos al auto y volvimos. A pesar de que la gente que trabajaba ahí decía que era violento, jamás dio muestra de eso. Todo lo contrario, era de carácter manso y tranquilo. Aunque era probable que estuviese así por la condición deplorable en la que lo encontramos.
Desde Quilmes lo llevamos a CABA a internar de urgencia en alguna veterinaria. Eran las 3 de la mañana y 2 veterinarias distintas no nos quisieron aceptar al perro porque estaba muy mal. Por suerte encontramos una que lo aceptó (a duras penas) y pudimos internarlo.
A pesar de su estado, los estudios de sangre dieron bastante bien. Tenía alguna que otra cosa como para tener precaución, pero era de esperarse teniendo en cuenta el estado en el que había llegado.
Recuerdo que tuvo que pasar una semana de internado para poder conocerle los ojos (¡Y QUÉ OJAZOS!), ya que siempre andaba con la cabeza gacha y la piel que cubría los ojos se los tapaba. Por suerte comenzó a mejorar y ganar fuerza muy rápido, aunque la gente que lo veía por primera vez se impresionaba por su apariencia. Su historia de superación comenzaba a ser posible.
El caso se volvió muy famoso en las redes sociales y la gente nos escribía para poder ir a verlo. Por supuesto que aceptábamos, ya que soy un convencido que no hay medicina que funcione si el paciente no recibe amor. Y vaya si recibió amor que durante las dos semanas que estuvo internado, vinieron muchas visitas que lo mimaron, le llevaron comida, lo sacaron a pasear, y los de la veterinaria no entendían por qué lo iba a ver tanta gente.
Después de una gran mejoría (pero aún con mucho camino por recorrer) dejó la clínica y partió rumbo a la casa de Patricia, quien no solo fue la persona que le dio tránsito, sino que también fue quien terminó adoptándolo y dándole la familia que tanto merecía.
Noha por primera vez conoció el amor, la compañía, el tener un techo, una familia y comida todos los días. Tuvo también 3 hermanos que lo volvían loco.
Mejoró mucho hasta volverse irreconocible. Se volvió un perrazo.
Lamentablemente las secuelas de la vida miserable que tuvo durante casi toda su vida, le pasaron factura. Tan solo 1 año y medio después de ser adoptado, Noha falleció. Comenzó con fallas renales, y más tarde empezaron a fallarle el resto de sus órganos. Su cuerpo dijo basta.
En lo personal esta historia de superación tuvo un sabor agridulce, tanto sacrificio hecho y que él no haya podido disfrutar la vida como se merecía, me dio mucho enojo. Aunque me queda el consuelo de que al menos por un año y medio tuvo una vida hermosa y feliz. Y no es poca cosa, teniendo en cuenta que hay millones de perros que nacen y mueren sin sentir siquiera una caricia, una demostración de amor.
También agradezco haberme podido despedir de él.
Hoy, a casi 4 años de tu partida, te digo: Gracias, Noha. Gracias por demostrarme que hay que pelear por lo que uno desea con el corazón. Gracias por demostrarme que mientras haya algo de fuerzas hay que seguir adelante. Y gracias por demostrarme que el amor salva.
Descansá en paz, amigo mío.
La historia de NOHA no puede quedar en el anonimato!! Impresionante enseñanza me dejo!! Gracias
Pero ya por hoy me emocione demasiado!!😍😍😍😍
Hermosa historia!
Me hiciste llorar!! Pero conoció la felicidad y el amor. Eso es lo más importante! Gracias 🙌🙌🙌🙌